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IA, IoT y Tecnologías Información, Aprendizaje y Participación


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Drones que “ven bajo tierra”

Patatas

Estamos acostumbrados a leer sobre el uso de drones en seguridad vial, conservación del medio ambiente, en el mundo de la construcción, usos recreativos, militares, para espantar aves en los aeropuertos, para transportar medicamentos…etc. Pero también son componentes habituales de las soluciones SmartAgro. Incluso, para cultivos que crecen bajo tierra, como patatas, también mandioca, zanahorias, rábanos o cualquier tubérculo o raíz comestible de interés económico.

En el post de hoy vamos a hablar de una de ellas en particular.

El problema

Los tubérculos son uno de los alimentos más nutritivos, económicos y versátiles de la naturaleza. De hecho, la patata, un alimento básico en todo el mundo, ocupa el cuarto lugar en la producción mundial de alimentos, después del maíz, el arroz y el trigo.

Este tipo de cultivos tiene un problema. Al crecer bajo tierra, es habitual que enfermedades o deficiencias que afectan a su crecimiento, pasen desapercibidas al agricultor. En ocasiones, plantas enfermas en la raíz, tienen un aspecto exterior verde y sano.

Esto plantea serias dificultades a los fitomejoradores, que investigan el desarrollo de los cultivos para poder determinar qué variedades ofrecen un mayor rendimiento, son más apropiadas para un determinado clima, o se adaptan mejor a la sequía o a los cambios de temperatura.

Uno de los grandes misterios para los fitomejoradores es si lo que ocurre en la superficie es lo mismo que lo que ocurre en la parte inferior

Michael Selvaraj, coautor de Alliance of Bioversity International y del CIAT

Para saber qué está sucediendo bajo tierra, y si el cultivo está sano, son necesarios muchos ensayos para recopilar datos sobre el dosel de las plantas, su altura y otras características físicas, lo cual resulta muy costoso en tiempo y recursos.

Una solución: drones+aprendizaje automático

Un estudio publicado recientemente en la revista Plant Methods plantea el análisis de imágenes de alta resolución tomadas por drones, mediante técnicas de aprendizaje automático que permiten construir modelos para predecirsobre el terreno y en tiempo real, cómo reacciona las plantas frente a distintos estímulos.

En lugar de esperar hasta la temporada de cosecha, se recogen datos sobre la cubierta vegetal e índices de vegetación en distintos momentos del ciclo de crecimiento, a partir de las imágenes multiespectrales tomadas por los drones. El procesamiento de estas series temporales mediante técnicas de aprendizaje automático permite extraer modelos de predicción del crecimiento de las raíces a partir de las imágenes.

Ubicación del trabajo de campo y plataforma de teledetección. a) Las pruebas uno y dos se llevaron a cabo en (CIAT). b)Dron, DJI S1000s. c) Cámara multiespectral, Micasense RedEdge 3. d) Arduino nano. e) Punto de control terrestre (GCP). f) GCP instalado en la prueba uno. g) RTK-GPS (Ampliar Imagen)

Para acelerar el procesamiento de imágenes, se desarrolló la plataforma de análisis automático de imágenes CIAT Pheno-i. A partir de datos tomados sobre el terreno y los índices de vegetación obtenidos por un sensor multiespectral se construyeron modelos de regresión lineal múltiple en las distintas etapas clave del crecimiento de la mandioca. Posteriormente, los índices espectrales/características se combinaron para desarrollar modelos de predicción del crecimiento de la raíz de mandioca usando diferentes técnicas de aprendizaje automático. Entre ellas, los modelos que mostraron mejor rendimiento fueron los basados en los algoritmos k-neighbours, bosque aletorio y máquina de vectores de soporte.

Ya son muchos los estudios que demuestran cómo las tecnologías avanzadas de teleobservación, combinadas con métodos de aprendizaje automático, permiten predecir de forma precisa datos valiosos sobre distintos tipos de cultivos. Esta técnica aplicada al cultivo de la yuca puede aplicarse también a otros cultivos de tubérculos para acelerar el trabajo de fenotipado digital llevado a cabo por el CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical, Cali).

Gracias a esta tecnología, los fitomejoradores pueden ahora reaccionar de forma inmediata ante la falta de agua, o de un nutriente en particular, mejorando de esta forma la eficiencia de los cultivos.

Estos datos también permiten a los investigadores aconsejar a los productores sobre qué variedades resisten mejor las perturbaciones climáticas, para que cultiven las más adecuadas en cada lugar.


Referencias:

Selvaraj, M.G., Valderrama, M., Guzman, D. et al. Machine learning for high-throughput field phenotyping and image processing provides insight into the association of above and below-ground traits in cassava (Manihot esculenta Crantz). Plant Methods 16, 87 (2020).

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Internet de las Cosas…arqueológicas

A finales de 2019, según IoT Analytics, había ya 9.500 millones de dispositivos conectados para consumidores, empresas y científicos. Las previsiones para 2025 triplican esta cifra, porque la fórmula: grandes volúmenes de datos + analíticas + conocimiento experto en un dominio sirve… para casi cualquier cosa. Desde gestionar dispositivos en el hogar, hasta controlar la contaminación o el tráfico en las ciudades, usar de forma más eficiente el agua en la agricultura, o ayudar a controlar la expansión de un virus. En el post de hoy veremos cómo también se puede usar para proteger nuestros tesoros arqueológicos, con un ejemplo mundialmente conocido: El Valle de los Reyes en Egipto.

Soluciones IoT para Geología: prevención de catástrofes

Normalmente, las soluciones IoT para Geología monitorizan el medio natural con el objeto de predecir y prevenir catástrofes naturales. Así, existen soluciones orientadas a predecir desbordamientos en ríos, hundimientos en túneles, o movimientos de tierras. Otras aplicaciones están orientadas a conocer el impacto del cambio climático sobre la estabilidad de determinadas formaciones rocosas.

La importancia de este estudio es evidente cuando estas “formaciones rocosas” forman parte de uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo, como es el Valle de los Reyes, situado en las afueras de Luxor, a orillas del Nilo. El Valle de los Reyes es una necrópolis del antiguo Egipto, donde se encuentran las tumbas de la mayoría de faraones del Imperio Nuevo. Entre ellas, la más conocida es la KV62, la tumba de Tutankamón (c. 1342 – c. 1325 a.C.), descubierta por Howard Carter en 1922.

Para garantizar la mejor conservación de las tumbas y la seguridad de los millones de turistas que las visitan cada año, es fundamental controlar la estabilidad de las formaciones calizas que rodean el valle y que pueden verse impactadas tanto por fenómenos sísmicos, como meteorológicos.

El proyecto del Valle de los Reyes

Para saber más, un equipo de la Universidad de York (Canadá), el Departamento de Ciencias de la Tierra de la ETH Zurich y la Universidad de Basilea realizó un estudio sobre la estabilidad del acantilado rocoso sobre la tumba KV42.

Los investigadores desarrollaron una modelización matemática del comportamiento de la roca, analizando factores como la absorción de humedadcambios de volumen debidos a cambios de temperatura, desplazamientos/fracturas provocadas por pequeños movimientos sísmicos lluvias torrenciales etc.

El papel de los sensores IoT

Los investigadores instalaron un conjunto de sensores IoT para monitorizar la roca y su entorno y generar los datos para entrenar el modelo. En particular, se instaló una estación meteorológica Plug & Sense Smart Agriculture Pro, de uno de nuestros partners, la empresa Libelium. La estación permite medir la velocidad y dirección del vientovolumen de precipitacionesradiación solartemperatura (del aire y de la roca), y grado de humedad. A la estación, alimentada por energía solar, se agregaron sensores adicionales:

  • Un dendrómetro, para medir cómo influye el crecimiento de los árboles en la apertura de la fractura
  • Un sismómetro
Figura 1: Sensores monitorizando la grieta (fuente)

Los sensores registran datos cada 15 minutos, los graban en memoria y posteriormente los envían a servidor remoto a través de una red celular (3G/4G).

De esta forma, se pueden controlar el impacto de la erosión sobre la grieta, y generar una alerta temprana en caso de riesgo de fractura, garantizando así la preservación del patrimonio histórico y la seguridad de los visitantes.

Conclusión

Las tecnologías de monitorización de grietas en materiales sólidos, cobran cada día mayor relevancia, no sólo en sitios históricos sino en cualquier otro tipo de estructuras naturales o humanas debido al impacto negativo que tienen sobre ellas fenómenos relacionados con el cambio climático.


Referencias: Alcaino-Olivares, Rodrigo & Perras, Matthew & Ziegler, Martin & Maissen, Jasmin. (2019). Cliff stability at tomb KV42 in the Valley of the Kings, Egypt: A first approach to numerical modelling and site investigation.

Post original publicado en ThinkBig Empresas


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Machine Learning, satélites y drones contra “plagas bíblicas”

Los datos y los “insights” que podemos extraer de ellos gracias a la inteligencia artificial, son herramientas clave en la lucha contra algunos de los problemas más graves que tiene que enfrentar la Humanidad. Vamos a ver cómo no sólo nos ayudan a luchar contra problemas del siglo XXI, sino también pueden ayudar a combatir otros que nos vienen azotando desde la antigüedad, como son las plagas de langostas.

Un problema desde la antigüedad

En el Antiguo Testamento, la plaga de langostas era una de las ocho “plagas bíblicas” que Jehová envió para “ablandar el corazón del faraón” y que permitiera al pueblo elegido, dirigido por Moisés, huir de la esclavitud en Egipto. Hay muchas teorías que intentan explicar si las plagas bíblicas están basados en hechos reales o no. Pero, sin duda, la plaga de langostas es, de todas ellas, la más sencilla de explicar. Por dos motivos muy sencillos.

  • El primero, porque es sabido que, aunque este tipo de insectos suele actuar de forma individual, hay épocas en su vida en las que tienden a unirse en grupos gigantescos.
  • El segundo y principal, porque estas plagas han seguido apareciendo de forma recurrente durante siglos, afectando amplias zonas de África y otros países.

La última plaga de langostas en África, entre los años 2003 y 2004, abarcó dos o tres generaciones de insectos, llegó a veintitrés países africanos, y tardó dos años en ser controlada.

El problema hoy

Aunque la crisis del COVID19 relegaron a un segundo lugar las noticias referentes a este tema, a comienzos del 2020 extensas zonas África oriental y el Yemen, así como en los Estados del Golfo, el Irán, el Pakistán y la India se están enfrentando a la peor plaga de langostas (Schistocerca gregaria) de los últimos 70 años. Las condiciones meteorológicas y climáticas inusuales, incluidas las lluvias generalizadas y fuertes desde octubre de 2019, están detrás de este nuevo brote.

La langosta del desierto es la plaga migratoria más peligrosa del mundo. Según datos de la FAO, un enjambre de langostas de 1 kilómetro cuadrado puede devorar la misma cantidad de alimentos en un día que 35 mil personas. Por ello, su reciente reaparición supone una grave amenaza para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia en muchos países son economías, ya de por sí, extremadamente frágiles.

Mapa de distribución plaga (Observatorio de langostas de la FAO)
Figura 1: Mapa de distribución plaga (Observatorio de langostas de la FAO)

¿Cómo combatirlo?

Las estrategias más eficaces contra las plagas de langostas, se basan en la combinación de armas biológicas, como la fumigación aérea y terrestre, y armas tecnológicas, como el uso de drones, satélites y técnicas de machine learning para el control de los enjambres

Armas biológicas

Hasta mediados del siglo XX no se comprendió que el insecto solitario de color marrón claro que vive en el desierto es de la misma especie que las langostas rojas y amarillas de las plagas. Ya conocidas sus características biológicas, se empezó a usar la fumigación aérea para luchar contra esta plaga. Sin embargo, el uso de pesticidas a gran escala también suponía un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.

Ciclo de vida de las langostas (Ministerio de Agricultura de Uganda)
Figura 2: Ciclo de vida de las langostas (Ministerio de Agricultura de Uganda)

Por ello, se han llevado a cabo diferentes investigaciones en pesticidas biológicos, que han supuesto importantes avances. Por poner algunos ejemplos:

  • El Phenylacetonitrilo -o PAN  es una feromona que, con menos de 10 milímetros por hectárea, hace que los insectos se disgreguen y vuelvan a un comportamiento solitario.
  • Green Muscle ® es un biopesticida cuyo principio activo son las esporas del hongo natural Metarhizium anisopliae varacridum. Este hongo germina en la piel de las langostas jóvenes, perfora su dermatoesqueleto, y destruye sus tejidos desde dentro. Se utiliza con éxito en Australia, pero presenta algunos problemas de usabilidad y coste que hasta ahora han limitado su uso en otras áreas.
  • Los Reguladores del Crecimiento de Insectos (IGR), que regulan la habilidad de los insectos jóvenes para mudar de piel y crecer y carecen de efectos tóxicos sobre los vertebrados. Son efectivos durante varias semanas después de su aplicación y se utilizan en los denominados tratamientos de “barrera”, que se aplican en forma perpendicular a la dirección de marcha de los insectos.

Pero para que estas “armas biológicas” sean efectivas, es fundamente hacer una monitorización continua de distintos parámetros en las posibles zonas de cría, y un seguimiento de los enjambres. A partir de estos datos, se crean modelos de machine learning que permiten la detección temprana de los brotes, clave para luchar contra esta plaga y minimizar su impacto sobre la población y el medio ambiente.

Armas tecnológicas: Machine learning, drones y satélites

Uno de los principales problemas en la obtención de datos fiables sobre el terreno es que las zonas de cría de las langostas se encuentran en los lugares más remotos y hostiles del mundo. Por ello, el uso de satélites, aviones o drones de reconocimiento, puede ser de gran ayuda.

Captación de datos

El eLocust2 es un dispositivo desarrollado por la Agencia Espacial Francesa que, en tan solo unos minutos, envía información  sobre condiciones ambientales y datos vitales de la langosta a los centros nacionales de lucha contra la plaga en los países afectados.  

Modelado de los datos

Existen distintos modelos de predicción de brotes basados en machine learning. Los primeros usaban como variables predictoras datos sobre precipitaciones o el índice de cubierta vegetal obtenidos por satélite. Modelos más recientes, que incorporan otros parámetros como el grado de humedad del suelo, y valores de temperatura en superficie y de humedad en la cubierta vegetal; han conseguido excelentes resultados en países como Mauritania.

Tareas de reconocimiento sobre el terreno

También en Mauritania, la ONU está poniendo a prueba el uso de drones en las tareas de vigilancia contra plagas. El uso de drones permite dedicar los aviones que antes se destinaban a tareas de reconocimiento y vigilancia de enjambres, a las tareas de fumigación. Dados que los aviones son bienes escasos en muchos de estos países, el poder dedicar un mayor número de ellos a las tareas de fumigación representa un gran avance.

Otras armas biológicas más “familiares”: gallinas y patos

Distintos medios, como la BBCBloombergTime y Daily Mail con cita al medio chino Ningbo Evening News— han divulgado la noticia del supuesto envío de un ejército de 100.000 patos de China a Pakistán para ayudar a combatir la peor plaga de langostas en décadas en ese país. Sin embargo, según expertos de la FAO, esta nueva “arma biológica” resulta del todo insuficiente, como podemos ver en este artículo de la agencia Reuters.

No obstante, dada la importancia de este problema, es interesante explorar nuevos enfoques a la hora de combatirlo.

Conclusión

Como hemos visto en tantas ocasiones, siempre que hay un problema que se puede resolver con datos, la inteligencia artificial, y como en este caso, el aprendizaje automático, se convierten en nuestros mejores aliados.


Post original publicado en ThinkBig Empresas


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Drones e IA para detectar síntomas de COVID19

Niños mirando a un dron

La Universidad de Australia de Sur, UniSA ha diseñado una tecnología pionera en el mundo que combina ingeniería, drones, cámaras e inteligencia artificial para monitorizar a distancia constantes vitales. Esta investigación pone de manifiesto el enorme potencial del vídeo en streaming para la detección a distancia de muchas enfermedades, entre ellas, la COVID19.

Tecnología para supera desafíos

Australia, la isla continente, es un extenso territorio prácticamente desierto con una densidad de población muy baja. A pesar de ello, la creatividad de sus habitantes frente a los desafíos que plantea su geografía y su clima extremo les ha llevado a convertirse en una próspera nación. La tecnología ha sido la gran aliada para superar retos como llevar la educación a todos los rincones del país (aquí nació «Moodle»), o monitorizar a distancia la salud de poblaciones remotas.

Monitorizar signos vitales con sensores e inteligencia artificial

El Dr. Al-Naji y el profesor Chahl, desde la cátedra de Sistemas de Sensores del Grupo DST de la UniSA, trabajan desde hace años en el desarrollo de sistemas especializados de sensores y visión por ordenador para la monitorización de signos vitales.

En un primer momento, su investigación, de la que ya hablamos en este otro post, se concibió para detectar señales de vida en zonas de guerra y catástrofes naturales.

Posteriormente, se puso a prueba para la monitorización sin contacto en las salas de neonatos, sustituyendo los electrodos adhesivos y reduciendo de esta forma los riesgos de infección.

Otra de sus aplicaciones fue la realización de chequeos de salud, mediante una cámara digital, de algunos «residentes» del Zoo de Adelaida. En particular, un panda gigante, un león africano, un tigre de Sumatra, un orangután, un babuino, un koala, un canguro rojo, una alpaca y un pequeño pingüino azul . Todos ellos se ahorraron el trance de tener que ser anestesiados para verificar su estado de salud.

Aplicación al COVID19

Los primeros trabajos se centraron en la monitorización de temperatura y ritmo cardiaco. En 2020, la Universidad del Sur de Australia unió fuerzas con el fabricante de drones Draganfly Inc, para diseñar una tecnología que sumara a éstas constantes aquellas que detectan síntomas clave del COVID-19: la frecuencia respiratoria y cardíaca, la temperatura y los niveles de oxígeno en sangre.

La saturación de oxígeno en sangre

La saturación de oxígeno en sangre, SpO2 es una medida de la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno y del sistema circulatorio para transportar la sangre oxigenada. Esta variable se ha convertido en determinante para la detección del COVID19.

Hasta ahora, el nivel de SpO2 de una persona se medía medirse mediante sensores conectados que proyectan luz a través de un dedo o del lóbulo de la oreja. No existía ningún medio para evaluarlo sin contacto.

Ahora, gracias a esta tecnología, en sólo 15 segundos se puede medir el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y, los niveles de oxígeno en sangre sin ningún tipo de contacto. Tan sólo son necesarias:

  • Una cámara web, que grabe el rostro de la persona
  • Y una cámara térmica que mida su temperatura

Resultados

En septiembre de 2020, la Universidad Estatal de Alabama puso en práctica esta tecnología para detectar los síntomas del COVID-19 en su personal y sus estudiantes y aplicar el distanciamiento social. Gracias a ello, su tasa de infección por COVID fue de las más bajas de cualquier campus estadounidense.

Como vemos, el potencial de aplicación de los drones es tan amplio, que cada día descubrimos una nueva forma en la que esta tecnología nos puede hacer la vida mas fácil.


Post original publicado en ThinkBig Empresas


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Drones que usan IA para salvar vidas

Dron de salvamento

Cada día encontramos nuevos usos para los drones. Si a sus ventajas que de por sí nos ofrecen, le sumamos la aplicación de técnicas de machine learning, las posibilidades se multiplican. Si quieres saber cómo usan los drones técnicas de IA para salvar vidas, te lo contamos en este post.

Los sistemas de aeronaves pilotadas remotamente (RPAS) o drones son muy versátiles. Frente otros medios de emergencia tradicionales, como puedan ser los helicópteros, los drones llegan con facilidad a lugares antes inaccesibles, son muy estables y pueden recoger imágenes en alta definición.

Usos habituales de los drones

Por ello, suponen un gran avance a la hora de reconocer el terreno y vigilar desde el aire eventos con gran afluencia de público, captar imágenes aéreas en zonas de difícil acceso, realizar labores de apoyo en el transporte de mercancías, o incluso, tareas de control de contaminación.

Recientemente, distintos cuerpos de seguridad también los están usando para detectar plantaciones ilegales de marihuana, semi-ocultas entre otros cultivos, o entre viviendas , como en la tristemente famosa urbanización ilegal de la Cañada Real, en Madrid.

Pero el uso que más se está expandiendo en la actualidad es el relacionado con seguridad y situaciones de emergencia.

Rescates en el mar

El verano pasado, la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), junto con la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar), probaron por primera vez el uso de drones en misiones la búsqueda y el rescate de personas en el mar.

Equipados con radar marítimo, y cámaras termográficas y de visión nocturna son capaces de detectar rápidamente personas desaparecidas en áreas muy extensas.

Rescates en bosques

Otro sistema desarrollado por investigadores del MIT permite a drones explorar el terreno bajo gruesas cubiertas forestales donde la señal de GPS no es fiable. Varios drones autónomos podrían penetrar entre el dosel del bosque para «peinarlo» de la misma forma que lo haría un escáner, realizar este tipo de búsquedas.

Cada dron, equipado con posicionadores laser, genera un mapa individual del terreno en 3D. Combinando los mapas individuales de los distintos drones, se genera un mapa 3D global que permitirá a los equipos de emergencia detectar y socorrer a las personas perdidas en el bosque.

Detección de supervivientes en caso de desastres naturales

En octubre de 2019, se publicó en Remote Sensing un interesante estudio de la Universidad de Australia del Sur realizado por Javaan Chahl, investigador en sistemas de sensores. Se trata de un sistema de detección de supervivientes basado en visión artificial.

El uso de drones con este fin no es nuevo. En anteriores experimentos, se intentó identificar signos vitales basándose en cambios sutiles del color de la piel, susceptibles de indicar flujo sanguíneo. Pero no funcionó.

Este nuevo sistema se basa en tratar de identificar en las imágenes capturadas por el dron, sutiles cambios asociados al movimiento de la respiración.

Aplica técnicas de machine learning para medir cambios en la luz reflejada en la parte de la región del pecho donde el movimiento sería más evidente. Luego determina si los cambios de intensidad son consistentes con una persona viva y que respira.

Los investigadores probaron el sistema satisfactoriamente sobre imágenes de nueve sujetos: ocho humanos vivos y un maniquí con peluca y maquillaje. Sin embargo, las condiciones reales en caso de desastre natural, pueden afectar mucho al resultado.

A pesar de estas limitaciones, se trata de una línea de trabajo muy interesante, que permitirá hacer un uso más efectivo de los recursos de ayuda en situaciones de emergencia en las que tener perfectamente identificado dónde puede haber personas vivas y dónde no, resulta vital.

Ref: «Triage Takes Flight» in Scientific American 322, 2, 16-17 (February 2020) doi:10.1038/scientificamerican0220-16


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Drones y conservación de especies

En el post de hoy os contamos cómo los profesionales de la Ecología y Conservación de Especies utilizan drones para verificar el bienestar de las poblaciones de pingüinos en la Antártida.

Para que los ecólogos puedan determinar la salud de una colonia de pingüinos, es muy importante conocer el número de polluelos. Pero contar miles de ellos, en las duras condiciones de la Antártida supone un auténtico desafío.

El proceso habitual consiste en hacer una estimación de las parejas anidadoras, tomando como muestra una serie de fotografías tomadas desde un helicóptero. En el caso de colonias muy grandes, como la de Cabo Crozier, en el punto más al este de la isla de Ross, en la Antártida, este método resulta del todo insuficiente.


TooncesB, Public domain, via Wikimedia Commons
Figura 1: Isla de Ross (fuente)

Una nueva forma de contar pingüinos

La ecóloga Annie Schmidt, le comentó el problema al ingeniero Mac Schwager, con el que coincidió ¡en una boda! (los caminos de la Ciencia también son inescrutables), y éste le propuso una alternativa interesante.

El equipo de Schwager puso en marcha un nuevo sistema de imágenes operado por una flotilla de autónoma de cuatro drones cuyas rutas eran optimizadas por un algoritmo. El algoritmo dividió el área analizada en una cuadrícula y seleccionó las rutas que cubrían todos los puntos.

También tuvo en cuenta las limitaciones en cuanto a duración de batería, altitud y espacio aéreo. Así, con cuatro drones multirrotor tomaron más de 2.000 imágenes que se unieron después para montar una imagen del área monitorizada.

En tan solo tres horas, recopilaron los datos de la colonia más grande: 300.000 parejas anidadoras en un área de dos kilómetros cuadrados en Cabo Crozier. Usando drones dirigidos por humanos, habrían necesitado tres días para realizar esta labor.

Figura 2: Gran colonia de pingüinos en la Antártida (Imagen de John Huang en Pixabay )
Figura 2: Gran colonia de pingüinos en la Antártida

Resultados

Gracias a estas fotografías, Schmidt y su equipo han creado un modelo que permite conocer cómo influyen las características del terreno donde las aves anidan con su capacidad para sacar adelante la nidada.

Otra de las ventajas de este sistema de drones autónomos es el hecho de que resulta mucho menos invasivo para los pingüinos que los sistemas anteriores. También, el hecho de que, a pesar de las limitaciones por el COVID19 se puedan seguir llevando a cabo los trabajos.

En un análisis publicado en Science Robotics, Marija Popović, investigadora del  Imperial College de Londres, afirma que “El uso de varios drones en lugar de uno puede ofrecer más flexibilidad y eficiencia de tiempo y rentabilidad, especialmente, en entornos grandes y complejos”.

Referencia bibliográfica: Kunal Shah, Grant Ballard, Annie Schmidt y Mac Schwager. “Multidrone aerial surveys of penguin colonies in Antarctica”, Science Robotics 5, 28 de octubre de 2020. DOI: 10.1126/scirobotics.abc3000.


Post original publicado en Thinkbig Empresas


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Drones contra plagas en cultivos ecológicos

Invernadero

Cada día nos encontramos con una nueva e interesante aplicación del tándem IA of Things, a nuestra realidad más cercana. En este caso, los protagonistas son sencillos drones dirigidos por tecnología inteligente y cámaras especiales que escanean el espacio aéreo en invernaderos para combatir las plagas de polillas sin tener que recurrir al uso de pesticidas.

El problema

La Plutella xylostella , palomilla dorso de diamante o polilla de la col, es un lepidóptero con una distribución continua y global, que se ha convertido en la plaga más destructiva de cosechas de plantas alimentarias de la familia crucíferas. Esta extensa familia está formada por muchas especies de gran importancia económica, tanto para el consumo humano, como para usos ornamentales, oleaginosos, forrajeros. Ejemplos del tipo de cultivos más afectados son: brócoli, repollo, coliflor, col, col rizada, mostaza, rábano, nabos etc. Se trata de una plaga difícil de controlar, ya que ha desarrollado resistencia a distintos plaguicidas.

El uso indiscriminado de insecticidas sintéticos a partir de los años 50, no sólo acabó eliminado los enemigos naturales de p. xylostella, sino que además dio lugar a un indeseado proceso de selección natural. Como consecuencia,   p. xylostella se convirtió en el primer insecto que desarrolló resistencia al DDT en 1953, ​ y es resistente a muchos otros insecticidas sintéticos más recientes e incluso es la primera especie que capaz de desarrollar resistencia a toxinas de B. thuringiensis.

Cultivos ecológicos

Por otra parte, los productores que quieran obtener una certificación de cultivo ecológico, no pueden emplear sustancias químicas que podrían ser perjudiciales para nuestro planeta e incluso nuestra salud. Por tanto, pesticidas y fertilizantes no son una opción.

¿Cómo librarse entonces de las hambrientas larvas de polilla que pueden llegar a arruinar sus cultivos?

Igual que en este otro post os contamos cómo de una conversación casual en una boda entre la ecóloga Annie Schmidt, y el ingeniero Mac Schwager, surgió una ingeniosa solución para controlar la buena salud de las colonias de pingüinos en la Antártida, la idea para controlar plagas de Plutella xylostella tuvo también un origen curioso. Un grupo de estudiantes de la universidad de Delft se planteó si sería posible usar pequeños drones para acabar con los mosquitos que se colaban en su habitación. De esta forma, lo que empezó como un divertido pasatiempo, se acabó convirtiendo en el origen de una startup de tecnología inteligente para control de plagas sin pesticidas en invernaderos.

Drones inteligentes contra polillas

Los propios drones son muy básicos, pero están dirigidos por tecnología inteligente y cámaras especiales que escanean el espacio aéreo de los invernaderos. Cuando las cámaras detectan una polilla, el dron se lanza como un kamikaze contra el insecto y lo destruye con sus rotores.

El sistema está aún en desarrollo, pero los resultados son prometedores. Pequeños drones escanean de forma autónoma el espacio aéreo del invernadero durante la noche, eliminado de forma selectiva a las polillas. Es en ese punto donde entra en juego la inteligencia artificial. No hay que eliminar cualquier insecto, sólo las polillas. Por tanto, mediante técnicas de visión artificial, las cámaras del dron son capaces de distinguir entre los insectos beneficiosos (abejorros y mariquitas) y los que no lo son.

Otras aplicaciones

Hay otras curiosas relaciones entre drones y polillas. Investigadores de la Universidad de Boston y de la Universidad de Washinton han publicado un artículo en la revista PLOS Computational Biology, en el que plantean la aplicación de estrategias de navegación de polillas para desarrollar programas que ayuden a los drones a navegar de forma autónoma por entornos desconocidos.


Post original publicado en Think Big Empresas